La Asociación para la Promoción Social Alternativa MINGA, denuncia y condena ante la opinión pública nacional e internacional el vil asesinato del líder comunitario de la región del Catatumbo (Norte de Santander) ELADIO ORTEGA, presuntamente por parte de la guerrilla de las FARC el pasado domingo 3 de agosto en el corregimiento de San Juancito del municipio de Teorama.
ELADIO ORTEGA se desempeñaba como presidente de la Junta de Acción Comunal del corregimiento, y el mismo domingo de su asesinato había sido reelegido por su comunidad en esa responsabilidad para el próximo periodo. Es importante señalar que el señor ORTEGA era un destacado dirigente perteneciente a la Asociación Campesina del Catatumbo ASCAMCAT, y tuvo una participación importante en la movilización de las Asociaciones de Juntas de San Juancito, El Aserrío y La Cecilia en septiembre de 2007, para exigirle a ECOPETROL y al gobierno colombiano el arreglo de las vías de su región.
No es la primera noticia que recibimos de ELADIO ORTEGA, había sido detenido, interrogado y acusado por el ejercito de guerrillero, también un sargento le obligó a transportar objetos del ejército en una zona donde hay enfrentamientos con la guerrilla, prensa rural el viernes, 26 de enero de 2007 publicaba lo siguiente:
La Asociación Campesina del Catatumbo (Ascamcat), denuncia a la comunidad nacional e internacional, la continua y sistemática política represiva contra los habitantes del Catatumbo, que se traduce en detenciones ilegales, asesinatos y amenazas a campesinos.
Reafirmando lo anterior, un nuevo acto de represión por parte de las Fuerzas Militares se suma al triste dossier de agresión contra el campesinado. Ascamcat exige nuevamente al estado y a sus Fuerzas Militares que cese la violación a los derechos humanos y que respete el derecho internacional humanitario. En esta ocasión los hechos ocurrieron los días 27 y 28 de diciembre en la vereda Mundo Nuevo:
En desarrollo del Plan Victoria, integrantes del ejército (Brigada No. 30 y Brigada Móvil No. 15) el 27 de diciembre de 2006 retuvieron al señor Eladio Ortega y a su hijo Edwin Eladio Ortega de 10 años de edad. Eladio y su hijo se dirigían a la vereda El Suspiro a vender dos mulas. En el cruce del río Martillo, en la vereda Mundo Nuevo (comunidad Sacandu Barí) fue interceptado por los militares, quienes lo interrogaron y acusaron de ser miliciano y le informaron que lo retenían por tiempo indefinido.
Un teniente le quitó la cédula de ciudadanía, la fotografió, también a él y a su hijo, y posteriormente continuó interrogándolo. Eladio le dijo al teniente que ellos no tenían derecho a retenerlo, a lo que éste respondió que “estaba aplicando la ley de orden público donde se puede tener a una persona durante 48 horas para investigación”. Al menor lo separaron de su padre y lo enviaron con un grupo de apoyo del ejército y también fue interrogado. Al señor Eladio se lo llevó un sargento para la parte baja de la montaña.
Al día siguiente (28 de diciembre), a las 5:00 am, el teniente le entregó la cédula y le dijo que recogiera las mulas y al niño. Un sargento le preguntó por el paradero de la guerrilla y le ofreció el plan de desmovilización del gobierno. Al niño le preguntaron por los datos de los familiares, los cuales quedaron registrados.
El teniente que le entregó los documentos fue dado de baja por las FARC a las 10:00 am de ese mismo día. Media hora después de haber pasado esto, un soldado de la Brigada 30 le dijo: “Patrón, se embaló usted porque al teniente que lo interrogó lo acaban de matar y a dos soldados mas”.
Ya en la tarde, el sargento le dice que le lleve en las mulas unos morrales. Don Eladio le contesta que “ustedes me comprometen con eso”, a lo que el sargento le responde: “No se preocupe que para eso hay acordonamiento, y además yo envío 10 soldados adelante de usted y 15 atrás”. Llegan al río cerca de las 6:00 pm. Don Eladio pregunta a los militares que dónde descarga las cosas, los soldados le dicen que cruce el río (quebrada La Verde) con los morrales, que por todo eso hay seguridad. Él cruza y le preguntan “¿Quién viene y qué lleva ahí?”, a lo que don Eladio contesta “soy un civil y traigo unos morrales del ejército”. Le responden: “Listo, listo, ¡hágale!”. Don Eladio y su hijo se dan cuenta de que van solos cuando los alcanza un guerrillero y les dice: “Descarguen las mulas y dejen todo ahí donde está”. Los subversivos le quitan las mulas y los morrales.
Después de estos hechos, el ejército en la zona ha preguntado por don Eladio Ortega, acusándolo de guerrillero y de robo a las Fuerzas Militares. También señalan que debieron haberlo matado cuando lo tenían detenido. Don Eladio teme por retaliaciones tanto del ejército como de la guerrilla.
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