Habían muerto el mismo día que salieron de sus casas.
Maryoris Verdecia , familiar de uno de los de desaparecidos, identificó la ropa que vestía el día que salió de Maicao.
Fotos Hernando Vergara.
Maryoris Verdecia , familiar de uno de los de desaparecidos, identificó la ropa que vestía el día que salió de Maicao.
Fotos Hernando Vergara.
Por Miguel Barrios
Valledupar
Publicado por El heraldo.com - 19 septiembre 2009
Fredy Javier Verdecia tenía 17 años y Cristian Gómez Guerra, 16. Los dos salieron de sus casas en Maicao el 18 de noviembre de 2007 para un retiro espiritual en Manaure, (La Guajira). Sin embargo, sus familias no volvieron a saber de ellos hasta en las últimas horas cuando los encontraron sepultados como N.N en el cementerio nuevo de Valledupar.
La historia de los dos estudiantes de bachillerato se inicia con un recorrido que, supuestamente, iban a hacer hasta una comunidad indígena en Manaure, lugar a donde nunca llegaron. De acuerdo con el reporte de Medicina Legal, recibido por sus familiares, fueron asesinados la misma noche en que desaparecieron.
Los cuerpos de los dos jóvenes fueron hallados sin documentos en una trocha en el corregimiento de Patillal, al norte de Valledupar, y trasladados hasta la morgue como muertos en combate con el Ejército, según conocieron ayer sus parientes.
Durante casi dos años, las familias Verdecia y Gómez recorrieron instituciones como la Fiscalía, Policía, hospitales y hasta pegaron fotografías de ellos en los postes de la mayoría de los municipios de La Guajira y hasta el norte del Cesar, en una intensa búsqueda que parecía no tener final.
Ante la infructuosa labor en estas localidades llegaron a Valledupar donde acudieron al Instituto de Medicina Legal.
Allí les preguntaron por la fecha de desaparición y las características, como prendas de vestir o señas que pudieran identificar a los adolescentes, al entregar los detalles, funcionarios del organismo indicaron que coincidían con los dos cuerpos hallados la noche del 18 de noviembre. Mostraron sus fotografías sacadas de los archivos y el llanto estalló. Eran ellos y estaban sepultados.
Iranelys Sánchez y Marlene Guerra, madres de Fredy y Cristian, respectivamente, estaban desconsoladas. Llegaron hasta el cementerio de Valledupar con otros familiares y en medio de escenas de dolor, fueron exhumados los restos para entregárselos.
Maryory Verdecia, tía de Fredy, contó que, según la investigación, los dos jóvenes salieron a las 5 de la tarde y a las 10 de la noche ya estaban muertos. “Lo único que queremos es llevarnos los cuerpos y darles sepultura en su tierra. Con esto acabamos dos años de angustia”, puntualizó.
La historia de los dos estudiantes de bachillerato se inicia con un recorrido que, supuestamente, iban a hacer hasta una comunidad indígena en Manaure, lugar a donde nunca llegaron. De acuerdo con el reporte de Medicina Legal, recibido por sus familiares, fueron asesinados la misma noche en que desaparecieron.
Los cuerpos de los dos jóvenes fueron hallados sin documentos en una trocha en el corregimiento de Patillal, al norte de Valledupar, y trasladados hasta la morgue como muertos en combate con el Ejército, según conocieron ayer sus parientes.
Durante casi dos años, las familias Verdecia y Gómez recorrieron instituciones como la Fiscalía, Policía, hospitales y hasta pegaron fotografías de ellos en los postes de la mayoría de los municipios de La Guajira y hasta el norte del Cesar, en una intensa búsqueda que parecía no tener final.
Ante la infructuosa labor en estas localidades llegaron a Valledupar donde acudieron al Instituto de Medicina Legal.
Allí les preguntaron por la fecha de desaparición y las características, como prendas de vestir o señas que pudieran identificar a los adolescentes, al entregar los detalles, funcionarios del organismo indicaron que coincidían con los dos cuerpos hallados la noche del 18 de noviembre. Mostraron sus fotografías sacadas de los archivos y el llanto estalló. Eran ellos y estaban sepultados.
Iranelys Sánchez y Marlene Guerra, madres de Fredy y Cristian, respectivamente, estaban desconsoladas. Llegaron hasta el cementerio de Valledupar con otros familiares y en medio de escenas de dolor, fueron exhumados los restos para entregárselos.
Maryory Verdecia, tía de Fredy, contó que, según la investigación, los dos jóvenes salieron a las 5 de la tarde y a las 10 de la noche ya estaban muertos. “Lo único que queremos es llevarnos los cuerpos y darles sepultura en su tierra. Con esto acabamos dos años de angustia”, puntualizó.
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