Queremos mostrar nuestro apoyo a todos aquellos profesionales del periodismo que por ejercer su profesión de forma independiente y convertirse en el medio de expresión de l@s excluid@s, represaliad@s y oprimid@s de Colombia se han convertido en objetivo militar de los criminales del narcoparamilitarismo que campa a sus anchas con el gobierno de Uribe Vélez.
Queremos hacer especial mención de Hollman Morris (foto), productor y director del programa de televisión CONTRAVÍA, víctima del régimen narcoparamilitar que le ha obligado a desplazarse para salvaguardar su vida. En horas de la noche del 27 de septiembre, el periodista Hollman Morris recibió una nueva amenaza en su correo electrónico personal. El mensaje contenía un archivo adjunto en el cual se encontraba una fotografía del periodista tachada con una X. La amenaza fue enviada por medio de un correo electrónico de un denominado ‘Frente Patriótico Colombiano’, y contenía además, la siguiente frase: “Por sapo, por guerrillero, ya casi”.
Recordamos a otros comunicadores que también han sufrido amenazas y en algunos casos atentados como: Carlos Lozano (foto), director del semanario VOZ, Daniel Coronell, director del noticiero televisivo NOTICIAS UNO, Gilberto Martínez Prado, director de noticias de COLMUNDO RADIO, y Marcos Perales Mendoza, miembro de la revista PORTADA de la ciudad de Barrancabermeja, todas efectuadas mediante el envío de ramos fúnebres a sus domicilios, de correos electrónicos y llamadas amenazantes dirigidas hacia estos comunicadores y sus allegados, así como el reciente atentado contra la vida de William Parra, miembro del equipo periodístico del proyecto TELESUR, y el asesinato del colega Julio Hernando Palacios Sánchez, ocurrido el 11 de enero en la ciudad de Cúcuta, pues estos acontecimientos evidencian un plan de represión selectiva y silenciamiento hacia quienes se dedican a la labor comunicativa y se han caracterizado por sostener una posición crítica frente a la política del gobierno nacional, las actuales negociaciones con los grupos paramilitares y mafiosos, las actuaciones de las fuerzas militares y, en general, la situación de miseria y violencia que se vive en Colombia.
También queremos recordar el asesinato del Director del Diario El Espectador, Guillermo Cano Isaza, tras el cual, quien fue gerente de la campaña del Presidente Uribe en el Magdalena en 2002, tuvo que renunciar a la última campaña por la relación de una cuenta corriente que financió la campaña de Uribe con dicho asesinato. En 1986 fue abierta en el Banco de Crédito y Comercio de Colombia la cuenta 005-21826-8 y de ella salió el cheque con el que se pagó el magnicidio del Director del Espectador, Guillermo Cano Isaza, según determinaron las autoridades judiciales.
No hay comentarios:
Publicar un comentario