NOTICIA PUBLICADA POR: Agence France-Presse - 30.4.2009 03:15
Tomada de la web de la ONG Pachakuti
Los paramilitares colombianos construyeron un horno para incinerar a sus víctimas y borrar todo rastro de ellas, incitados por militares y políticos, confesó este miércoles ante la Fiscalía el ex jefe de los disueltos grupos de extrema derecha, Salvatore Mancuso.
El ex dirigente de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), preso en Estados Unidos por narcotráfico, declaró en una teleconferencia que el responsable de esa práctica fue el máximo jefe del grupo, Carlos Castaño, asesinado el 16 de abril de 2004.
"Los desparecían, pero (Castaño) fue mucho más allá y construyó un horno en el cual, luego de estar las personas muertas y enterradas, fueron por ellas meses y años después, las sacaron y las incineraron para borrar todo tipo de rastro", aseguró Mancuso en el testimonio revelado por la Fiscalía.
El ex paramilitar, que no precisó el número de desaparecidos con ese método, aseguró que Castaño recurrió al horno instigado por militares y políticos que buscaban con ello mantener bajas las cifras de muertes por el conflicto interno.
"El comandante Carlos Castaño, en reunión con militares, políticos y altas personalidades, le dijeron que al aparecer la víctima aumentaba el número de muertes violentas en el país y eso rompía, dañaba las estadísticas que existían en cuanto a muertes violentas y mostraban una situación mucho más adversa del conflicto", sostuvo.
Mancuso, extraditado a Estados Unidos junto con 13 antiguos jefes de las AUC, realiza su confesión en el marco de una ley creada por el gobierno colombiano para el desarme de unos 31.000 paramilitares entre 2003 y 2006, tras dos décadas de lucha contra las guerrillas izquierdistas.
Las extradiciones interrumpieron el proceso de confesiones en Colombia a que estaban obligados los jefes desmovilizados bajo esa ley, que también les exige reparar a sus víctimas.
nota: Castaño fue "entrevistado" en Mi Confesión por la periodista Salud Hernández, la misma que hizo campaña contra población desplazada por esa violencia para-mochadora de cabezas, en el ABC, en el Mundo, en el Tiempo..
Tomada de la web de la ONG Pachakuti
Los paramilitares colombianos construyeron un horno para incinerar a sus víctimas y borrar todo rastro de ellas, incitados por militares y políticos, confesó este miércoles ante la Fiscalía el ex jefe de los disueltos grupos de extrema derecha, Salvatore Mancuso.
El ex dirigente de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), preso en Estados Unidos por narcotráfico, declaró en una teleconferencia que el responsable de esa práctica fue el máximo jefe del grupo, Carlos Castaño, asesinado el 16 de abril de 2004.
"Los desparecían, pero (Castaño) fue mucho más allá y construyó un horno en el cual, luego de estar las personas muertas y enterradas, fueron por ellas meses y años después, las sacaron y las incineraron para borrar todo tipo de rastro", aseguró Mancuso en el testimonio revelado por la Fiscalía.
El ex paramilitar, que no precisó el número de desaparecidos con ese método, aseguró que Castaño recurrió al horno instigado por militares y políticos que buscaban con ello mantener bajas las cifras de muertes por el conflicto interno.
"El comandante Carlos Castaño, en reunión con militares, políticos y altas personalidades, le dijeron que al aparecer la víctima aumentaba el número de muertes violentas en el país y eso rompía, dañaba las estadísticas que existían en cuanto a muertes violentas y mostraban una situación mucho más adversa del conflicto", sostuvo.
Mancuso, extraditado a Estados Unidos junto con 13 antiguos jefes de las AUC, realiza su confesión en el marco de una ley creada por el gobierno colombiano para el desarme de unos 31.000 paramilitares entre 2003 y 2006, tras dos décadas de lucha contra las guerrillas izquierdistas.
Las extradiciones interrumpieron el proceso de confesiones en Colombia a que estaban obligados los jefes desmovilizados bajo esa ley, que también les exige reparar a sus víctimas.
nota: Castaño fue "entrevistado" en Mi Confesión por la periodista Salud Hernández, la misma que hizo campaña contra población desplazada por esa violencia para-mochadora de cabezas, en el ABC, en el Mundo, en el Tiempo..
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