El Universal
Por Alberto Bermúdez.
Por Alberto Bermúdez.
Cuando ocurre un crimen en este País lo primero que las autoridades le preguntan a los familiares y amigos de la victima en medio de su dolor ¿había recibido alguna amenaza de muerte? y si la respuesta es no, se riega la noticia "no estaba amenazado no estaba amenazado no estaba amenazado", no se necesita recibir una llamada, un correo, un pasquín o ser abordado por alguien que diga te voy a asesinar, para poder decir que alguien en este País está amenazado;
En Colombia desde hace mucho tiempo y sobre todo en esta época, solo se requiere defender la soberanía de
nuestro País, reclamar la unidad latinoamericana, exigir los derechos sociales, culturales económicos y políticos del pueblo o pretender la paz con justicia, o simplemente ser oposición, y estar organizado, para ser objetivo militar de los paramilitares o águilas negras como se hacen llamar ahora, un país donde los índices de criminalidad son altos donde los niveles de impunidad comprometen al Estado, un país donde es asesinado
todo un partido político como la Unión Patriótica o como cuando una comisión internacional compuesta por parlamentarios y sindicalistas británicos, acompañados de sindicalistas estadounidenses y canadienses, recogen información sobre la sistemática violación de derechos humanos, advirtiendo que están convencidos que las actividades asesinas de los paramilitares son aprobadas y activamente apoyadas por el Gobierno y el
Ejercito.
Un país así, donde su principal gobernante es elegido con banderas programáticas similares a las del ex presidente peruano recientemente condenado a 25 años de prisión, ese gobernante también debe ser juzgado como autor intelectual por crímenes de lesa humanidad cometidos por paramilitares bajo su gobierno.
El crimen del compañero SIXTO GUILLERMO ASPRILLA SANCHEZ, ocurrido delante de su esposa y en la puerta de su casa, en el barrio Plan Parejo del municipio de Turbaco a solo diez minutos de Cartagena el pasado martes 28 de abril de 2009 en horas de la noche por sicarios motorizados sin capturar
como cosa rara, no puede quedar en la impunidad, el compañero fue aspirante a delegado al primero y segundo congreso nacional del POLO DEMOCRÁTICO ALTERNATIVO, por Bolívar, y aspirante al concejo de Turbaco por la misma colectividad.
Nos duele profundamente la muerte del compañero, tanto como la de muchos otros, victimas del terrorismo de Estado, por eso le exigimos a este "EL ESTADO COLOMBIANO"
Que se proteja de manera integral la vida y honra de los dirigentes sociales sindicales y populares y en especial la de los militantes del POLO y la familia del compañero SIXTO ASPRILLA.
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