Mayo 25, 2010 - 16:39
Ambas víctimas "eran líderes que participaban en procesos de restitución de tierras, estaban amenazados y tenían medidas de protección", remarca la ONU, que anota después que los dos trabajaban en casos "emblemáticos" que son ejemplos de la "barbarie paramilitar"
Ambas víctimas "eran líderes que participaban en procesos de restitución de tierras, estaban amenazados y tenían medidas de protección", remarca la ONU, que anota después que los dos trabajaban en casos "emblemáticos" que son ejemplos de la "barbarie paramilitar"
Bogotá / Un defensor de derechos humanos fue asesinado el pasado domingo en el Cauca (suroeste de Colombia), solo cinco días después de la muerte en las mismas circunstancias de otro activista en Sucre (norte del país), denunció hoy la oficina en Bogotá del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos.
Alexander Quintero, activista y presidente de la Asociación de Juntas de Acción Comunal del Alto Naya, fue asesinado cuando se dirigía a su casa en Santander de Quilichao (Cauca) por desconocidos que iban en una moto, según la ONU.
Días antes, Quintero había recibido amenazas del grupo criminal conocido como Águilas Negras, formado por ex paramilitares.
La ONU subraya que Quintero "trabajaba en la defensa de los derechos de las víctimas" de la masacre de Alto Naya (Cauca), donde en abril de 2001 integrantes de las ultraderechistas Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) ocuparon varias aldeas de población negra e indígena, asesinaron a decenas de personas y provocaron un desplazamiento masivo.
La víctima "buscaba el esclarecimiento" de esa masacre, "el retorno de los desplazados y la restitución de las tierras", añade la ONU en un comunicado.
A continuación recuerda que este crimen ocurrió solo "cinco días después" del asesinato en Sucre de Rogelio Martínez, un líder campesino vinculado a un movimiento que reúne a víctimas de crímenes de Estado.
Martínez fue asesinado por desconocidos en La Alemania, una hacienda de propiedad comunitaria de antiguos desplazados en San Onofre (Sucre), según el Movimiento Nacional de Víctimas de Crímenes de Estado (Movice), que destacó que el activista lideraba desde hace años un "proceso de resistencia campesina" en esa zona.
"El Estado colombiano tiene que tomar medidas más contundentes para proteger a los defensores y garantizar los procesos de verdad, justicia y reparación para las víctimas del conflicto armado", destacó Christian Salazar, representante en Colombia del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos.
Esta oficina subrayó asimismo que el organismo ya alertó en un reciente informe del "alto riesgo que corren los defensores de derechos humanos" en Colombia, "especialmente si procuran la restitución de tierras".
Ambas víctimas, Quintero y Martínez, "eran líderes que participaban en procesos de restitución de tierras, estaban amenazados y tenían medidas de protección", remarca la ONU, que anota después que los dos trabajaban en casos "emblemáticos" que son ejemplos de la "barbarie paramilitar".
"El impacto de estos asesinatos en las víctimas que reclaman sus derechos y no cuentan ni con medidas de protección ni con la publicidad de casos conocidos puede ser tremendo", advierte Naciones Unidas.
Precisamente hoy, el Programa No Gubernamental de Protección a Defensores de Derechos Humanos, creado en 2002, denunció que 32 activistas fueron asesinados en Colombia en 2009 y 142 más sufrieron otro tipo de agresiones
(EFE/VTV)
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